Colosenses 3:2
Los cristianos, al habernos despojado de la naturaleza carnal, estamos llamados a tener una “mentalidad celestial”, no terrenal.
Romanos 8:5-6
Mientras estamos en este planeta, mientras nuestro respirar no se detenga, debemos tener como principal objetivo y deleite el conocer a nuestro Creador.
Jeremías 9:23-24
«Ge», término griego utilizado para expresar «las cosas de la tierra» (Colosenses 3:2), sugiere no poner la mira en todo lo caracterizado por la mundanalidad. Las cosas de la tierra son efímeras y momentáneas; son los rudimentos en cuanto a cosas que perecen, y que sólo promueven la carnalidad o buscan distraer para no poner la mira en lo espiritual.
1 Juan 2:16-17
1. CIRCUNSTANCIAS
Dios tiene todo bajo Su control y dominio, por eso debemos reconocer nuestra imposibilidad de cambiar la Voluntad perfecta de nuestro Creador y vivir conforme Su promesa descrita en Romanos 8: 28 “Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
La Palabra también nos insta a no estar afanados, preocupados o ansiosos por el futuro, así que debemos cuidar que nuestros pasos permanezcan firmes cada día en Dios sin detenernos en las circunstancias pasajeras de la vida.
Mateo 6:34
Si de continúo está atento a tener una genuina relación personal con Cristo, no sólo a la espera del fin futuro, sino de su presente y continuo “hoy”, tenga por seguro que cuando el Señor le llame usted se encontrará viviendo en el centro de Su Voluntad y conforme Su plan.
2. AGRADAR A LOS DEMÁS
Gálatas 1:10
Además de no depender de las circunstancias, debemos procurar celosamente no agradar a los hombres, antes que a Dios. Nuestra mirada en Jesús y vivir conforme Su Palabra, nos librará de ir por camino ancho de perdición o ser enemigos de Dios al amar el mundo (Santiago 4:4).
Si su medida de Salvación o la forma como usted evalúa su relación con Dios, es el concepto que tienen los demás de usted, se encuentra en grave peligro de muerte o posiblemente, nunca ha resucitado en Cristo. Muchos pueden aplaudir las cosas que usted hace mientras que Dios las aborrece, o usted puede ser rechazado por muchos, mientras que con ellas el nombre de Jesús está siendo glorificado. Así que, obsérvese en el verdadero espejo: La Palabra (Santiago 1: 22-24).
Permita que el Espíritu Santo le guíe (Romanos 8: 14), pues su mira no debe estar en imitar hombres o agradarlos, sino en ser transformado cada día a imagen del varón perfecto: Jesucristo (Filipenses 1:6).
El verdadero cristiano verá las cosas no como las ven los hombres, sino como las ve Dios. Su escala de valores es la escala de Dios, no la humana. Ahora será mejor dar que recibir, será mejor servir que ser servido, perdonar que vengarse.
Por otro lado, nunca olvide que la salvación es personal; el día del fin Dios no llamará por congregaciones, células, denominaciones, ni siquiera parejas o amigos, cada uno estará frente a Dios y recibirá el pago según sus obras (Apocalipsis 20:12).
3. UNO MISMO
Cada una de sus necesidades en esta tierra, por fundamentales que sean, son pasajeras: hambre, sed, sueño, vestido, dinero, pareja, etc. Es lo que la Palabra de Dios llama “añadiduras”.
Mateo 6:31-33
El Reino de los cielos no consiste en ese tipo de cosas (Romanos 14: 17), por eso es algo que no debe ser su prioridad, pues Dios prometió suplirlas adicionalmente a todas las bendiciones espirituales ya otorgadas.
Un verdadero discípulo ha cumplido el mandato de “negarse a sí mismo y seguir a Jesús” (Mateo 16: 24), por eso ya no se detendrá en los deleites del pecado que halan su naturaleza carnal, tampoco buscará tener de continuo en sus pensamientos cualquier tipo de necesidad terrenal, pues confiará en que Dios las suplirá conforme Su propósito y finalmente, cada debilidad será la oportunidad para que Dios se fortalezca en el, como hijo (II Corintios 12: 9).
No es tener una vida “supra espiritual”, separándose de toda obra o actividad para no hacer nada, sino, por decirlo así, contemplar la eternidad. Todos tenemos deberes y responsabilidades mientras vivimos en el mundo, aún Cristo dijo: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Juan 17:15). Pero al considerar todas nuestras actividades debemos tener siempre la perspectiva correcta: la eterna.
1 Corintios 7:29-31
