23 septiembre, 2008

OBEDIENCIA A DIOS EN LAS RELACIONES

Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios,con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

(Eph 4:30-32).

  

...El amor te dirá que perdones a alguien cuando no lo merece. Perdonar es mejor que guardar rencor; la falta de perdón es como tomar tú el veneno y esperar que muera tu enemigo. Sin duda alguna el amor requiere esfuerzo. El amor te costará algo. Muchos, nunca ven fruto en lo que hacen porque no están dispuestos a pagar el precio y amar a la gente. Una vez que aprendí estas cosas, comencé a ser más cuidadosa en la forma como trataba a las personas. Amo a Dios y ciertamente no quiero contristarle. Darme cuenta de que mi manera de tratar a veces a la gente lo contristaba, hizo cambiar mi conducta.

Juan 16:8 nos dice que el Espíritu Santo tiene el trabajo de convencernos de pecado y justica, lo cual significa tener rectitud de corazón y la posición correcta en Dios. El siempre me convence rápidamente cuando actúo con aspereza, muestro falta de respeto, uso palabras que hieren a otros en lugar de ayudarlos, pienso mal de alguno, juzgo mal a otro o soy impaciente. Dios desea que seamos con los demás, de la misma manera que Él es con nosotros.

 

Tome la decisión de hablar bien a la gente. Hábleles en un tono de voz amable, no brusco. Piense cosas buenas de ellos. Muéstreles respeto. No sea rudo. si usted ha tenido un mal día o no se siente bien, no la tome con otras personas. Tenga en cuenta el valor que tiene cada ser humano. Sea igual a Dios: no haga acepción de personas; eso significa que no debe ser parcial (Hechos 10:34). Haga todo lo que pueda para evitar contristar al Espiritu Santo en esas áreas.

  

Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y os presiden en el Señor y os amonestan. Tenedlos en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, ue alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal por mal,[antes seguid siempre lo bueno unos para con otros y para con todos. Estad siempre gozosos. oad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.[No apaguéis al Espíritu. (1Th 5:12-19)


Ver 13-14 Estemos en paz y amonestemos a los que se apartan, pero al mismo tiempo seamos pacientes con todos, controlando siempre nuestro temperamento.

Ver 15 Que nadie pague mal por mal, sino que siempre mostremos bondad y busquemos hacer el bien con cada uno y con todos.

Ver 16-20 Se nos instruye para estar alegres en nuestra fe, siempre gozosos y agradecidos de corazón, incesantes en la oración, agradeciendo a Dios en todo sin importar las circunstancias, y a no menospreciar los dones y las profecías ni despreciar la instrucción, exhortación o amonestación.

De estas escrituras surge que nuestra actitud se señala una vez ás como un factor que puede incrementar o disminuir el flujo del Espíritu Santo en nuestra vida personal.

 

Sobre toda cosa que guardes,guarda tu corazón, porque de él mana la vida.(Pro 4:23)

 

La actitud es muy importante; tiene que ver con la forma como reaccionamos, los patrones de conducta que mostramos. Nuestra actitud comprende nuestro carácter y nuestro carácter comienza con nuestros pensamientos.

Si albergamos malas actitudes dentro de nosotros, ellos estorban la obra del Espíritu Santo. Estas pueden ser la amargura, el enojo, la falta de perdón, el rencor, la falta de respeto, la venganza, la falta de aprecio, y la lista puede seguir. El espíritu Santo fluye a través de una actitud santa, no de una carnal. 


Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas, porque el siervo del Señor no debe ser amigo de contiendas, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido. (2Ti 2:23-24)

 

No contriste al Espíritu Santo en su vida, permitiendo o siendo partícipe de contiendas. Debemos evitar el resentimiento, amargura y odio, todo lo que contribuye a la contienda y el conflicto. Es fácil vivir la contienda si no estamos dispuestos a confiar a Dios los deseos de nuestro corazón. 

debemos evitar la contienda en el trabajo, en la comunidad, entre familiares, en nuestra familia inmediata, en la iglesia e incluso entre el Señor y nosotros mismos. El nunca contiende con nosotros, pero hay momentos en que nos enojamos con El. Tampoco debemos contender con nosotros mismos, la vida será dificil si usted no se lleva bien consigo mismo, ni se acepta a si mismo, después de todo, nunca va a librarse de usted mismo, siempre estará dondequiera que vaya...

 

El espíritu Santo siempre nos guía a la paz. Aun si nos dirige a la confrontación es para que podamos finalmente vivir en paz. 

 

UNA COSA LLEVA A LA OTRA:

PENSAMIENTO --- ACCION ---HABITO --- CARACTER ----VIDA 

 

EN RESUMEN, DEBEMOS DEJAR QUE EL ESPIRITU SANTO NOS AYUDE, Y CADA VEZ QUE VENGAS PENSAMIENTOS CONTRARIOS NO ACEPTARLOS Y PERMITIR QUE EL PONGA SUS PENSAMIENTOS DE PAZ, AMOR Y PERDÓN...ESO SE IRA CONVIRTIENDO EN UNA HABITO Y RENOVARA NUESTRA MENTE. SÓLO PODEMOS CON SU AYUDA. EL VERDADERO PERDON EMPEZA EN EL CORAZON Y GRACIAS A QUE EL NOS AYUDE A PERDONAR, Y DE AHI SI SALDRA TODA MANIFESTACION EXTERNA.


apartes tomados de Conozca a Dios intimamente, de Joyce Meyer.

Por KATHE

No hay comentarios: