24 octubre, 2009

Lo que vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios

Porque en Cristo vivo y en Él tengo una nueva vida ya no dependo únicamente del alimento físico, "Sino que, el hacer la voluntad de mi Padre es mi alimento". No que por comer, o no comer viva.

¿Y si oro, vivo? No, sino que por la nueva vida en Cristo, como consecuencia natural, hablo con quién me reconcilió. Por Cristo vivo, entonces oro.

Por escuchar con fe recibo su Espíritu (Gal. 3.2). La ley dice: "Si hago esto, por esto vivo"(Gal. 3.12), la fe dice: "Por la fe en el Hijo de Dios, vivo." (Gal. 2.20-21).

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