18 noviembre, 2008

Bienaventuranzas - Parte 1

Las Bienaventuranzas son parte del sermón del monte que Jesús enseñó a aquellos que le seguían, y cada una constituye una descripción de su carácter, su reino y su propósito para aquellos, que anhelamos ser verdaderos discípulos.


Bienaventurado del griego “Makarios”, que significa supremamente bendecido, dichoso, bendito, afortunado, bien librado, glorioso.


“Jesús nos enseña en todo este mensaje, que aquellos que el mundo considera, desafortunados o infelices por causa de hacer Su voluntad de acuerdo a su palabra, son en realidad supremamente bendecidos y dichosos, porque recibirán verdaderas recompensas espirituales de Dios.”

"Estas afirmaciones contradicen el sentido común, pero expresan los verdaderos valores del reino de Dios."

En las bienaventuranzas encontraremos nuevas normas de vida, que no pueden ser vividas o adoptadas en nuestras propias fuerzas, si no que requiere un nuevo nacimiento y su Espíritu.

Mateo 5:1-3, "Viendo la multitud, subió al monte y se sentó. Se le acercaron sus discípulos, y él, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:  Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos."

Con anterioridad mencionamos el significado de la palabra bienaventurado. La palabra pobre tiene dos significados en el griego según el diccionario Barklay:

PENES: Hombre para el que la vida y el vivir, son un continuo batallar; El hombre que es el reverso del que vive en abundancia.

PTOCHOS: del verbo prossein, que significa agacharse o rebajarse; no describe simplemente la pobreza llevadera, si no la pobreza miserable, la del individuo que no tiene literalmente nada, y que está en inminente peligro de caer víctima de la inanición(Debilidad suprema por falta de alimento o por otras causas).

Una persona pobre no tiene prestigio, poder, ni influencias para defenderse, pero a pesar de todo conserva su integridad y devoción a Dios.

Espíritu es del griego Pneuma, respiración, espíritu humano, alma racional, principio vital, corriente de aire o brisa, aliento, el elemento sensible del hombre, aquello por lo que percibe, reflexiona, siente o desea.

Teniendo en cuenta los significados profundos de estas palabras podemos concluir en la primera etapa, que el ser pobre en espíritu es:

Bienaventurado aquel que conoce su condición, y total dependencia de Dios, que nada tiene y nada puede hacer en sus popias fuerzas. Es aquel que no confía en si mismo. Reconoce la necesidad de Dios. Es reconocer que sin Dios estamos incompletos.

Esta condición de pobreza espiritual, no es innata al ser humano, Dios procesa a aquellos que escoge, para que así reconozcan su verdadera condición. Recordemos que esta enseñanza estaba dirigida a sus discípulos y solo aquellos que han decidido seguirle pueden reconocer su verdadera necesidad, de salvación, perdón y paz. El mundo aborrece la pobreza en todos sus aspectos, considerarse carente de algo, es humillante y sinónimo de desprecio. Cuánto más pensar en pobreza espiritual. Actualmente el hombre se enseña a depender de sí mismo, y busca por cualquier medio riqueza, no solo material si no espiritual, a través de todo tipo de doctrina o práctica.

Pese a que muchos  consideren su vida religiosa, se han convertido en abominables "Ricos", que dependen de cualquier instrucción humana, religión y no de Dios.

Cuando el ser humano reconoce que nada le pertenece en la tierra, es cuando pone su total y absoluta confianza en Él. Y esta obra no proviene del corazón del hombre si no del Espíritu Santo.

"Bienaventurado el hombre que es consiente de su desesperada necesidad, y que esta completamente cierto de que en Dios, y sólo en Dios, esa necesidad puede ser satisfecha".

Aquí no hablamos de una necesidad, como todas las del hombre. Si no de la necesidad suprema del hombre desde el día en que fue creado.


















Foto tomada de Flickr
Reino, del griego Basileia, denota soberanía, poder regio, dominio. Gobernar, dominio, territorio gobernado por un rey. Según la RAE Territorio o Estado con sus habitantes sujetos a un rey.

Cielo, del griego ouranos, morada de Dios, felicidad, poder, eternidad. El cielo es la región de la ciudadanía espiritual de los creyentes. Se usa cielo para denotar a Dios por metonimia.

Reino de los Cielos: un reino implica la existencia de un Rey, y este rey es Jesucristo. El dijo que Su reino no es de este mundo (Juan 18:36) ni es como los reinos de este mundo. La autoridad de Jesús no proviene de la autoridad humana, sino de la autoridad de Dios (Luc. 22:29). La entrada en el reino de Dios se realiza a través del llamado divino (1 Tes 2:12), el arrepentimiento (Mat. 3:2) y el nuevo nacimiento (Juan 3:5). Se nos exhorta a buscar ante todo el Reino de Dios (Mat 6:33) y a orar por su venida (Mat. 6:10). Es un reino preeminentemente espiritual: "el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo" (Rom. 14:17). En un sentido, el reino de los cielos se ha acercado y está presente (Luc. 17:20-21) , y Jesús ya es rey (Hech. 2:36; 1 Cor 15: 25; Heb. 2:9). (Tomado de lapalabra.org).

En un sentido general es estar bajo un nuevo gobierno, con nuevas normas y estilo de vida, que es totalmente contrario al que este mundo tiene, y sujetos al verdadero rey, Jesús.

"Dichosos los que reconocen su necesidad y dependencia de Dios porque por Él serán gobernados."

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